lunes, 1 de diciembre de 2008

claro

Se derrama dentro de mi boca.
La temperatura caliente
recorre laberintos insospechados,
exhalo paz.
Los aromas mañaneros
penetran mi sentido.
Los sabores desatados
sobre mi lengua
me incitan a tragarlo,
a probarlo nuevamente,
a saciarme de él.
Lo poseo entre mis manos
lo arropo con mi aliento
lo retengo cerca de mis labios
y así, tan cerca
siento su calor.
Presiento su dulzura
rozando mi garganta
paseándose entre mis pechos
entrando en mí.
Abre mis ojos lentamente
me pasea entre la fantasía
y la locura de mi realidad.
Me derramo dentro de la taza
y ya no queda nada
solo ese sabor dulce y amargo
que queda luego de tomar café

No hay comentarios: